Conociendo a los Presidentes: Warren G. Harding

Warren G. Harding

Vigésimo noveno presidente

Campaña

Warren G. Harding basó su campaña en la lealtad a su partido, y apoyó la idea de una “asociación de naciones” (pero no la Sociedad de Naciones de Wilson). Además, abogó por un sistema de presupuesto federal, una política de aranceles restrictivos, un subsidio para compra de barcos, normas migratorias más estrictas y cargas tributarias reducidas.

Desafíos

Warren G. Harding se sintió abrumado por las responsabilidades de la presidencia y delegó muchas de ellas a los miembros más capacitados de su gabinete. Su debilidad contribuyó a la expansión de la corrupción política que condujo eventualmente a escándalos de alta difusión pública, en los que estuvieron involucrados funcionarios de la Oficina de Veteranos, la Oficina de Custodia de Propiedades de Extranjeros, el Departamento de Justicia y el Departamento del Interior.

Principales acciones

La Ley Sheppard–Towner de 1921 otorgó subsidios federales para programas estatales de asistencia médica materna e infantil.

Warren G. Harding abogó por la reforma laboral y creó las bases para la jornada laboral de ocho horas. A través de varios tratados, los Estados Unidos lograron desacelerar la carrera armamentista naval, al asegurar la anulación de la Alianza Anglojaponesa y ganar reconocimiento internacional por su política de Puertas Abiertas con China. A pesar de estos logros, los Estados Unidos no pudieron alcanzar su meta principal: estabilizar un desarrollo económico pacífico en Lejano Oriente.

Legado

Warren G. Harding facilitó la dolorosa transición del país de la Primera Guerra Mundial al tiempo de paz. Si bien Harding estabilizó un sistema ejecutivo que estaba en proceso de desintegración, al mismo tiempo fue manipulado con facilidad por otros y los historiadores a menudo lo consideran como un presidente mediocre.